Para muchos, la no presencia de Illarramendi en el once titular de la final de la Champions, con Xabi sancionado y Khedira recién salido de una grave lesión, era poco menos que la sentencia del jugador. Pero en el club no lo ven así. En la zona noble explican que la primera temporada en el Madrid nunca es fácil y están convencidos de que el jugador irá a más
Por ello, entienden que es necesario tener paciencia en un primer año en el que se sabía sería de transición para un Illarramendi que llegaba para cubrirse las espaldas con Xabi. De esta manera, entienden que no tiene ningún sentido darle el portazo. Más teniendo en cuenta que ha jugado 49 partidos y que ha sido muy útil para Ancelotti. El propio técnico le ha transmitido su confianza.
Un jugador necesario
No solo es una cuestión de confianza en el fútbol del jugador -"tiene buen pie", dicen en el club-, también de confección de la plantilla pensando en una temporada que será especialmente intensa y en la que el Madrid disputará seis títulos. Teniendo en cuenta que Casemiro saldrá, el cupo de centrocampistas de Ancelotti se reduciría a Xabi, Illarra, Khedira, Modric y el reconvertido Di María. No hay margen para otra salida, más sin un refuerzo asegurado.
Luego también está el obstáculo del salario, que complica hasta la posibilidad de plantearse una cesión. A buen seguro, el Madrid tendría que pagar parte de la ficha y para eso prefieren quedárselo. Además del sinsentido que supondría dar salida a las primeras de cambio a un jugador que costó el año pasado 32 millones de euros.
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