El destino de Cesc Fàbregas parece claro. Será fuera del Barcelona y la Premier se perfila como la Liga que le disfrutará a partir de la próxima temporada. Pero lo que todavía no está tan claro es el equipo en el que militará. Con un gran cartel en Inglaterra, son varios los equipos que se lo disputan, aunque los dos que más opciones tienen son el Chelsea y el Manchester United. Los dos le han hecho llegar una oferta similar que rondaría los 9 millones de euros netos por temporada, cifra sensiblemente superior a la que estaría dispuesto a pagar el Manchester City (8,5 millones) y el Arsenal (8), que son los otros dos clubes interesados en contratarle.
El futbolista prefiere jugar en el Chelsea por motivos personales y profesionales. Entre estos últimos está el hecho de que en Stamford Bridge sonará el himno de la Champions, mientras que el United pasará una temporada, como mínimo, alejado de la máxima competición continental. Además, la marcha de Frank Lampard, que ha decidido pasar sus últimos años futbolísticos en Nueva York, le abre de par en par las puertas de la titularidad y le permitiría jugar en su puesto natural, algo que en el Barcelona no ha podido hacer.
Pero sobre todo, hay un tema fundamental y que hace referencia a la estabilidad familiar. No hay que olvidar que tras pasar ocho años en el Arsenal, Cesc se siente en Londres como en casa. De hecho, tiene una mansión en la capital británica. Y por si fuera poco, Daniella Seaman, su pareja, tiene dos hijos de su matrimonio anterior que también residen en Londres, con lo que podría verles con mucha más asiduidad. En este sentido, la opinión de Daniella sería fundamental y decisiva.
Rival en la Champions
No obstante, el Barcelona no quiere que Fàbregas recale en el Chelsea. No quiere reforzar a un rival directo en la lucha por la próxima Liga de Campeones. Y no quiere arriesgarse a tener que sufrir a Cesc en un duelo con el equipo de Mourinho. Precisamente, la animadversión que hay hacia el portugués también es un factor a tener en cuenta para no facilitar que consiga los fichajes que le gustan.
Pero también hay una cuestión económica. El equipo que entrenará la próxima temporada Louis van Gaal estaría dispuesto a pagar cerca de 43 millones de euros, tres más de los que ofrecería el Chelsea. Y la intención del Barcelona es conseguir la máxima cantidad para invertirla en fichajes. Cesc no se lo pondrá fácil al Barcelona. Está dolido con el trato que ha recibido por parte de la afición.
No hay comentarios:
Publicar un comentario